#37 Sobre lesiones, normativas y consecuencias
La NBA quiso darle más importancia a la temporada regular y aquí estamos, en playoffs, huérfanos de estrellas.

En la temporada NBA 2013 la liga se encontró un problema sorpresa: seis All Stars se perdieron partidos por lesión o enfermedad durante los playoffs aquel año, la cifra más alta de la historia. Seis de los que jugaban, claro. Tras la pandemia, en 2022 se repitió esa cifra, con seis jugadores nombrados All Star perdiéndose al menos un partido. ¿Sabéis qué? A mitad de la primera ronda, con solo tres equipos clasificados, ya llevamos cuatro All Stars (Lillard, Giannis, Randle y Kawhi) que se han perdido al menos un partido, a solo dos del récord.
Entre los cuatro se han perdido 14 encuentros, tres más de los que faltaron los All Stars el año pasado en todos los playoffs y el número, con Knicks y Bucks jugando mínimo un partido más, y la duda de los Clippers, seguirá subiendo. Y eso es sin contar a Zion, Butler o Porzingis, que han sido, son o serán baja, porque ninguno fue All Star este año. ¿Qué está pasando en la NBA para que haya tantas lesiones? Porque no puede ser casualidad. Hablemos de ello, pero antes unos segundos de publicidad.
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Hay que ir a la historia reciente para entender qué cambios hemos visto en la liga que puedan tener un efecto en las lesiones, porque hay varios. Las lesiones son parte del juego, pero las decisiones de la NBA en los últimos meses están yendo contra lo que ciencia y medicina proponían para reducirlas. Y hay que entender cuál es el razonamiento detrás de estas decisiones (spoiler: dinero).
El pasado verano la NBA quiso crear una normativa para poder seguir vendiendo el producto como tal. Se inventó una regla de los 65 partidos para poder aspirar a los premios. La NBA reforzó el concepto de darle importancia a una temporada regular que es 80% de la competición en tiempo. Si Joel Embiid quiere ser MVP tiene que jugar 65 partidos, aunque eso implique sacrificar la salud, recuperación o rehabilitación en caso de lesión (sobre el debate de por qué Embiid forzaría no vamos a hablar hoy, da para once artículos). No fue la única norma. Crearon otra, llamada PPP, Player Participation Policy, limitando la cantidad de partidos que los jugadores denominados estrellas (All Star o All NBA en cualquiera de las últimas tres campañas) podían descansar. ¿Por qué?
Bueno, la liga está en mitad del proceso de venta de los derechos de televisión (algo que explica muy bien en su newsletter) donde quiere conseguir el máximo dinero posible. Y eso implica convencer a ESPN, TNT, NCB, Amazon y a todos sus partners que la temporada regular importa. Que los 1230 partidos que se juegan entre octubre y el play-in son relevantes. Que importan casi tanto como la lucha por el anillo, cuando todos sabemos que no es verdad. Pero la sensación es que nadie pensó en las consecuencias a medio plazo y aquí estamos. Nadie se imaginó fue que, obligando a las estrellas a jugar partidos de temporada regular, lo acabaríamos pagando en los playoffs. Y aquí estamos, batiendo récords de lesionados.
Y no, no estoy diciendo que TODAS las lesiones que estamos teniendo en estos playoffs sean consecuencia de la nueva normativa. Jimmy Butler, Giannis Antetokounmpo, Julius Randle y Zion Williamson no han jugado todavía un minuto, y otros tantos, como Kawhi Leonard, Damian Lillard, Joel Embiid o Kristaps Porzingis han sido o serán baja los próximos partidos. Todos han sido All Star, la mayoría All NBA y alguno incluso MVP, y ninguno ha estado disponible una serie al completo. Si añadimos también a jugadores de rol, Mitchell Robinson, la mitad de los Miami Heat (Terry Rozier, Josh Richardson), Jarrett Allen, Tim Hardaway Jr, Bojan Bogdanovic, Gary Harris, Grayson Allen. Incluso si nos vamos al play-in podemos hablar de Malik Monk, Zach LaVine o los Hawks como franquicia. Y no puede ser casualidad que los jugadores hayan llegado más cascados al mes de abril de lo habitual.
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Según publica en Yahoo, las estrellas NBA han jugado MÁS esta temporada. Seguimos definiendo a una estrella como un jugador nombrado All Star o All NBA en cualquiera de las últimas tres campañas. En total, las estrellas han jugado un 85% de los partidos. Es la cifra más alta en los años recientes, con un promedio de 75% (o tres de cada cuatro) desde 2021, y se ha visto en jugadores como Lebron James (71), Steph Curry (74), Kevin Durant (75), Anthony Davis (76) o Zion Williamson (70). Ninguno de ellos ha sido un asiduo a estar por encima de los 70 partidos en un año normal, pero en 2024 lo han logrado todos. El problema es que la mayoría de esos partidos, de todas las estrellas, ha llegado en la primera parte de la temporada.
La primera, la creación del In-Season Tournament. Fue un éxito, como ya expliqué, y las estrellas lo disfrutaron casi tanto como el fan promedio. Hay cosas a mejorar (en Gigantes del Basket lancé algunas ideas), pero en general fue un gran debut. Y la segunda, la negación de la NBA al funcionamiento del load management. ¿Qué es el load management? Se trata de un programa de reducción temporal deliberada de factores de estrés fisiológicos externos, como partidos, entrenamientos o viajes, con el fin de facilitar mejoras globales en el bienestar y rendimiento de un jugador. O en español de la calle: decidir cuándo un jugador descansa para recuperarse mejor de una lesión o trabajar mejor en el proceso de rehabilitación de cara a no acumular fatiga a final de temporada. Lo que se olvidaron de mencionar es que no hay pruebas científicas que demuestren que no funciona.

Pero la segunda parte de la temporada ha sido una guerra constante. Porque todos los números de participación que en octubre, noviembre y diciembre eran un signo de victoria de la liga, se han desplomado tras el All Star, a mitad de febrero. Las estrellas se perdieron un 27% de partidos en marzo y un 33% en temporada regular en abril solo por lesión o enfermedad, sin contar descanso. Uno de cada tres partidos. Y eso se ha traducido directamente en los playoffs, cuando casi todas las estrellas han sido cuestionables para algún partido, algo que ha reducido el nivel visto. ¿Habría sido igual una serie entre Thunder y Pelicans con Zion? Nunca lo sabremos. ¿Se podría haber evitado? Bueno, estamos viendo algo que solo una vez en lo que va de siglo.
Lo repito, y lo repetiré otra vez. La salud es parte del deporte, y llegar sano a junio es tan importante como tener en tus filas a Jayson Tatum, Anthony Edwards o Shai Gilgeous-Alexander (Jokic o Doncic están por encima). En 2019 los Raptors llegaron sanos y acabaron con los Warriors de Durant. En 2015 los Warriors llegaron sanos y le ganaron a LeBron, y ejemplos hay miles. Pero si la NBA trabaja para remar contra corriente, la realidad es que el producto pierde calidad. Y esto son consecuencias de tener que firmar un acuerdo de televisión en los próximos meses.
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