#48 Siete conclusiones tras el segundo partido de las finales

Hablamos de Tatum, Jrue Holiday, Jaylen Brown, Joe Mazzulla y de Luka Doncic. Porque hasta en mis pesadillas aparece el esloveno.

#48 Siete conclusiones tras el segundo partido de las finales

Dos partidos, dos victorias de los Celtics. En la primera con contundencia, en la segunda con mucho esfuerzo para sobrevivir una noche aciaga en el triple. Y aquí van siete conclusiones que podemos sacar tras dos partidos de finales. Lo mismo que dije tras el primero: queda mucho, muchísimo. Dallas puede remontar perfectamente, Kyrie Irving ya sabe lo que es ganar unas finales 2-0 abajo (y 3-1). Así que suscríbete, que arrancamos, y dale like a tu conclusión favorita.

1. Jayson Tatum es el mejor generador de estos Celtics 

Vamos a lo importante, Jayson Tatum. Porque es la historia de estas finales. El alero está en un horrible en el tiro (12/38 de campo, 4/14 en el triple) pero es hasta la fecha el máximo asistente de las finales (17), segundo reboteador (20) y solo Jrue Holiday (+26) tiene mejor diferencial que JT (+25). No está jugando como lo que es, el mejor jugador de los Celtics y Boston hasta la fecha ha necesitado que Tatum haga justo lo que está haciendo: penetrar a canasta, romper la defensa y mover el balón. En temporada regular promedió 9.1 drives, en las tres primeras rondas 11.4 y en los dos partidos de las finales lleva 18 y 29 (!). Está haciendo lo que Mazzulla le pide, y salvo anotar, lo ha hecho (casi) excelente. 

Se ha sacrificado como nadie defendiendo al pívot rival, sea Lively o Gafford, ha generado 74 puntos entre tiro y asistencia (Luka lleva 89). Y lo más importante, sus declaraciones demuestran que le importa una mierda (que luego por dentro se esté muriendo es otra historia, pero al menos públicamente dice lo correcto): “Estamos tan cerca de lograr el objetivo, ¿por qué voy a dejar que mi ego o mi necesidad de meter todos los puntos se meta en medio de eso?”. Ha cogido la Mamba Mentality, la ha tirado por la ventana de un décimo octavo piso y ha absorbido por fin la mentalidad de los Celtics. El todo es mejor que el individuo, siempre lo ha sido y siempre lo será. Y tranquilos, que todos sabemos que meterá un partido de 30 puntos y si Boston gana, se acabará llevando el MVP de las finales

2. Jrue Holiday es... mejor que Smart

Lo digo con una lágrima corriendo por mi cara, el corazón partido y triste, derrotado y deprimido. Los Celtics están 2-0, y han podido barrer a Indiana porque está Jrue Holiday y no Marcus Smart (sigo llorando, dame un segundo). La llegada de Jrue por el base que nos robó el corazón por casi una década fue una mejora, y si bien la temporada regular no lo ha demostrado del todo, porque Jrue ha tenido un rol muy secundario pese a su excelencia en el triple desde la esquina, en estos playoffs se ha convertido en otro jugador. En el recuerdo el robo a Nembhard, el 2+1 antes y ahora la defensa sobre Kyrie (2/8 en tiros en 50 posesiones). Los 26 puntos son un añadido, un extra, y encima sin pérdidas. 

Es una navaja suiza, capaz de hacer todo y hacerlo todo bien. Y de hacer lo que le pidan, aceptando un rol mucho menor que otros años en Milwaukee y New Orleans para el bien común. He escrito sobre él. Lo que me lleva directamente a Brad Stevens. El hombre que tuvo los cojones de mandar a dos favoritos de la afición, Smart y Robert Williams, a cambio de dos jugadores exiliados en franquicia de tanking. Porque Porzingis fue regalado por los Mavericks para salirse de ese contrato, igual que Holiday fue la pieza que sacrificaron para conseguir a Damian Lillard. Una pena para los Bucks que Brad Stevens se acabara llevando a los dos y por ahora estén siendo claves para tener a los Celtics a solo dos partidos del anillo (contra Dallas).

3. Boston está tirando mal y debería regularse

En el primer partido Boston metió 16 triples con un 38.1% de acierto, una cifra ligeramente por debajo de su promedio de la temporada (16.3 y 38.8% respectivamente). En estos playoffs había bajado a 14.6 con 36.8% antes de jugar contra los Mavericks, cifras que se han ido al garete después de la debacle de tiro del segundo partido: 10/39 y 25.6%. Fue la segunda peor marca en esta postemporada en triples anotados y porcentaje y la quinta en toda la temporada. Llegó justo en las finales y Boston consiguió ganar (ahora hablamos más de eso) pese a una noche promedio y una horrible noche. Porque estos Celtics, al contrario que otros años, no tiran por tirar: tiran por decisión táctica, y son buenos tiros. 

Ante Miami tuvo un día de 22 triples y 44.9%, en el primer partido. Ante los Cavaliers tuvo un día de 19 y 44.2% y solo los Pacers, una de las mejores defensas del triple de la NBA, evitaron que Boston tuviera un día por encima del 41% (aunque promedió 15 triples con 35%). Los Celtics siempre tienen al menos una noche acertada por serie, y los Mavericks lo saben. Peor aún, el 36% que están teniendo en tiros liberados no es para nada normal (fue 44.3% en primera ronda, 43% ante Indiana y 41.6% en toda la temporada regular). La defensa de Dallas, una vez Jaylen y Tatum penetran, defiende a contrapié, tarde, sin saber a donde rotar y con urgencia. Y acaba en triples liberados como este:

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4. Jaylen es el MVP de esta serie... por ahora

Jason Kidd intentó todo lo posible para ganar la serie, y con todo lo posible me refiero juegos mentales. Dijo que Jaylen Brown es el mejor jugador de estos Celtics, lo que no es cierto. Pero si hubiera dicho que Jaylen Brown es el jugador que mejor está jugando en estos Celtics, una frase muy diferente, tendría razón. JB fue el MVP de las finales del Este y si tuviera que votar ahora por un MVP de las finales, elegiría al jugador con el mayor contrato de la historia de la NBA (por ahora). Porque ha tenido que defender a Luka más tiempo que nadie en un lado, y porque ha sabido ser diferencial en el otro. No tanto como lo fue ante Indiana, con un triple para forzar OT en el primer partido y 40 puntos en el segundo, y el MVP está todavía abierto (y creo que será de Tatum). 

Pero es una evidencia que Jaylen es ahora mismo el jugador que mejor rendimiento está teniendo. Por algo es una estrella de la NBA, aunque no lo reconocieran como tal. Por algo es uno de los mejores two-way players de toda la liga. Y realmente si acaba ganando el MVP (insisto, si Boston gana) será merecido, como lo fue ante los Pacers. Enorme noticia para los haters, que ya sufrirían bastante ver a Tatum y JB con el anillo, al menos podrán decir que a Tatum tuvieron que llevarle en volandas sus compañeros, demostrando una vez más que no entienden de baloncesto.

5. Boston sí puede ganar sin triples

Yo lo llamo el efecto Kristaps Porzingis. El letón vino a ser una alternativa, aunque en este caso ayuda tanto o más la defensa de los Mavericks. Pero los Celtics han ganado dos partidos siendo mediocre-o-peor en el triple gracias a saber atacar la pintura. En temporada regular lanzaron solo 21.4 tiros desde la zona restringida. Ayer fueron 27, con un 74.1% de eficiencia y en el primer partido, pese a ser solo 15 tiros, metieron los 15. Se puede decir que han sabido encontrar alternativas a los triples liberados. Y la realidad es que la receta es sencilla: five-out en el ataque y tener a Lively, Gafford o Kleber lo más lejos posible de la zona. Han tenido un impacto protegiendo el aro nulo: Porzingis lleva más tapones que Dallas. 

¿Es viable seguir con esos porcentajes de acierto? No, no lo es. En algún momento Jason Kidd tendrá que ajustar la defensa, dejar de rotar tanto y aceptar el uno contra uno manteniendo a Lively en la pintura lo máximo que puedan. Que te mate Horford o Porzingis desde el triple, pero no Jrue Holiday metiendo 10 tiros desde debajo del aro. No hay una receta para ganarle a Boston, pero la que han probado esta semana en el TD Garden no ha funcionado, es momento de ponerle algo de picante.

6. La calculadora suele funcionar casi siempre

En Twitter Celtics existe un concepto poco arraigado al resto de la comunidad, el Mazzulla Ball. Consiste en, por resumirlo rápido, tirar más triples que el rival: porque si los metes, ganarás — y Boston suele meterlos. Mazzulla suele hablar de los finos márgenes que deciden un partido, puntos en transición, rebotes ofensivos, tiros libres y su discurso suele ir relacionado con los números. Es su filosofía y suele funcionar este año. Decisiones como no pedir tiempo muerto cuando el rival está en un parcial de 8-0 porque el equipo está defendiendo bien, pero parar cuando se toman dos ataques seguidos malos tiros, no acaba de gustar. La realidad es que Mazzulla tiene el mejor récord de la historia en la temporada regular y el tercero en playoffs, solo por detrás de Steve Kerr y David Blatt. Y en estas finales ha tenido ajustes claves. 

Para mí, más allá del tipo de defensa sobre Luka Doncic, el más importante ha sido cómo usar al jugador defendido por Kyrie Irving (y en menor medida Luka). Los Celtics suelen enviar al jugador al córner contrario al ataque, el lado débil con la finalidad de que sea la última ayuda. Irving es, por mucho, el peor protector del aro de estos Mavericks en pista. Y si llega la ayuda de un mejor defensor, primero es en una posición antinatural (lado fuerte) y segundo, deja liberado a un tirador. Y si no llega, pues mirad lo que pasa.

Ajustes pequeños, simples, que pueden pasar desapercibidos a la vista del aficionado, pero que están marcando la serie. Como que Boston haya tirado 18 triples más que Dallas desde el córner. Mazzulla está ganándole la partida a Jason Kidd. Y sí, tiene un mejor equipo, pero también mejores ajustes. 

7. Luka Doncic es jodidamente bueno.

¿Habéis visto este pase? No tiene ni sentido. A la que le pongan un equipo digno al lado, Luka podrá jugar tantas finales como quiera. Generacional, solo 25 años, carácter competitivo, lo tiene todo para marcar una época. 

Vamos a soñar con él, lo vamos a ver hasta en la sopa. No hay manera humana de frenarlo (salvo si eres Al Horford). Tocará ganarle con Luka promediando 35-11-10.