#14 Sobre Ja Morant y una sanción hipócrita motivada por dinero

El base de los Grizzlies se perderá 25 partidos por mostrar un arma en internet o, para la NBA, recuperar una cultura que David Stern había enterrado hace dos décadas.

#14 Sobre Ja Morant y una sanción hipócrita motivada por dinero

La NBA ha decidido sancionar 25 partidos sin jugar a Ja Morant, el base de los Memphis Grizzlies que volvió a ser visto el 13 de mayo con una pistola en un Instagram Live. La NBA ha anunciado hoy que el jugador además tendrá que cumplir unas condiciones para volver a jugar, algo que vimos por ejemplo con Kyrie Irving también, pero poco habitual. Una sanción que no está absuelta de polémica, porque la NBA ha sido muy estricta con el base por mostrar una pistola, algo legal en Estados Unidos, pero en (muchos) otros casos, ha hecho la vista gorda.

Para entender todo hay que viajar al pasado primero. En octubre de 2005, antes de iniciar la temporada, la NBA implementó una nueva normativa conocida como dress code (código de vestimenta). El resumen simplista es, viste bien. En cualquier situación y/o evento relacionado con la liga, los jugadores tienen que vestir de manera profesional o conservativa. El objetivo fue, en general, prohibir la cultura del hip hop que Allen Iverson lideraba y sobre todo, evitar que se asociara a los jugadores de la NBA con thugs, una palabra que la liga ha ido quitando del diccionario del deporte, exactamente la cuarta definición de Urban Dictionary. Un término que se usó mucho, por ejemplo, tras Malice at the Palace. Uno que denigraba al jugador afroamericano.

Volvemos al presente. La sanción a Ja Morant tiene dos explicaciones muy claras en el convenio colectivo y una parte de hipocresía rápida. A Ja Morant no se le sanciona por enseñar una pistola en redes sociales, porque eso lo han hecho muchos jugadores, desde George Hill a Draymond Green, pasando por, sorpresa, LeBron James de quien se filtró un vídeo disparando. La diferencia entre ellos tres y Ja Morant era el concepto de la imagen. Porque Estados Unidos es un país donde en 2020 había 434 millones de armas, o lo que equivale a 1.25 armas por habitante. Un país donde es legal portar e incluso en algunos estados enseñar un arma, donde conseguir una licencia es relativamente sencillo y comprarla es demasiado barato y fácil. 

En sus fotos, George Hill aparecía cazando, una imagen relacionada con la derecha, con el partido republicano. Draymond Green aparece vestido con ropa de camuflaje del Ejército de Israel, aliado de Estados Unidos. Y en el caso de LeBron James, en un campo de tiro. Se estima que en la mayoría de estados americanos hay un campo de tiro por cada 100.000 habitantes, a excepción de California, Massachusetts, New York, New Jersey, Illinois y la ciudad de Washington. Las actuaciones de los tres jugadores eran, por decirlo sutilmente, cosas que un ciudadano promedio estadounidense haría: cazar, formar parte del Ejército o ir a un campo de tiro. Porque la mitad de los Estados Unidos es republicana, recordémoslo. 

Pero Ja Morant sacó una pistola en otro ambiente. La primera vez fue en un strip-club, sin camiseta, envuelto en billetes. Lo que varios medios de comunicación etiquetaron como un “videoclip de rap”. Y la segunda vez fue, otra vez, con su amigo Davonte Pack rapeando en un coche. ¿Ha incumplido alguna normativa o ley estatal? No, para nada. Se le investigó en Colorado y salió limpio, y en Tennessee la normativa de armas es bastante flexible, por lo que no hay crimen alguno. ¿Le puede sancionar la NBA? Sí, sí que puede, en ambas ocasiones. Existe una cláusula muy ambigua por la cual el comisionado puede sancionar a un jugador por haber tenido una conducta que no cumple los estándares de moralidad o es perjudicial para la NBA. 

Por normativa, la NBA también puede sancionar a un jugador por tener, enseñar o usar un arma en cualquier evento o localización de la NBA o en un viaje de partido, y además tiene que registrar a principio de temporada cualquier arma de fuego con el equipo, enseñando los documentos legales y actualizar cualquier tipo de cambio, venta o compra de armas. Con esa parte del convenio colectivo, podemos entender que la primera sanción de Ja Morant tenía sentido (tenía un arma en un viaje del equipo a Denver). También podemos estar de acuerdo que a nivel imagen pública, lo que ha hecho Ja Morant no es el mejor ejemplo. Y en este caso, por conducta en detrimento de la NBA, se le puede sancionar. Y sabemos que la longitud de la sanción la decide Adam Silver y nadie más. 

Pero también podemos ver rápidamente la hipocresía de sancionar a uno y no hacerlo con otros (George Hill, Draymond Green, Karl Malone, LeBron James...). Y volvemos a 2005 para entender la diferencia: David Stern no quería que la NBA se relacionara con la cultura del hip hop y Adam Silver no quiere cometer ese error tampoco. Especialmente porque a principios de siglo la NBA tuvo una pérdida importante de audiencia por la retirada de Jordan, y en los últimos años ha tenido otro, en parte por el posicionamiento político de los jugadores. También que en 2007 la NBA firmó un nuevo acuerdo de televisión, apenas 20 meses después de la normativa de vestimenta, y recordemos que a partir del mes que viene, la NBA puede empezar a negociar un acuerdo nuevo de televisión. Poderoso caballero.

¿Quiere la NBA promocionar a jugadores que promueven la cultura del rap o prefiere vender que es estricta con eso? Las mayores sanciones de la historia de la NBA han llegado todas por peleas, agresiones o pistolas, y todas a jugadores afroamericanos. Y justo detrás, Miles Bridges que cumplirá 30 partidos (aunque solo tendrá que perderse 20) por agredir a su pareja delante de su hijo. Y eso nos lleva al siguiente punto. ¿Por qué tanta dureza en este caso, pero en situaciones donde hay violencia de género, abuso sexual, abuso físico e incluso procesos judiciales no se actúa? Lo que expone Sergio Rabinal en Twitter, vamos. ¿Se ha convertido la NBA en algo como la NFL, donde importa más la imagen que vende que realmente el problema real? 

La verdad, la sanción me parece justa para Ja Morant, principalmente por reincidencia. Hizo el tonto, le pillaron, le sancionaron, dijo que lo sentía mucho, que no lo volvería a hacer y a los dos meses lo había, literalmente, vuelto a hacer. La sanción es por tonto, como resumen rápido, por afectar a la imagen de la NBA. Pero la cantidad de partidos es por recuperar la cultura thug que la liga ha querido eliminar a base de darles millones de dólares a los jugadores, aunque según Devin Harris, en su momento, el 60/75% de la NBA tienen al menos una pistola. Pero deja un sabor a hipocresía bastante difícil de quitar.