#114 La lotería del draft: historia de como la suerte siempre cumple el guion que la NBA necesita
Que Dallas, San Antonio y Philly se quedaran el top-3 tenía un 0.0133% de opciones de pasar. Pero ha pasado, por supuesto.

Muchas veces en la vida, la explicación más sencilla para aclarar sucesos irracionales e improbables es el azar. Es que tenía que pasar. Algunos hablan del destino, o karma para lo malo. La lotería del draft es ese evento en la NBA, ese momento en el que sabemos si la suerte, la fortuna, sonríe a las franquicias que lo merecen y que han intentado competir o si aquellos que han querido jugar a ser Dios se llevan el premio gordo, inmerecido. Si los que más han tankeado, aquellos que han querido perder a propósito, tienen recompensa o no.
Y no sé quién lleva el guion de la NBA, pero el capítulo de ayer ha sido bastante predecible: los Dallas Mavericks se han llevado el pick #1 del próximo draft. De hecho diría que ha sido hasta repetido.
Esta es una publicación totalmente independiente, financiada por sus lectores. Al adquirir una suscripción premium, accedes a contenido exclusivo y contribuyes al mantenimiento del sitio web, garantizando así la mejor cobertura de la NBA en español.
Que los Mavericks, tras haber firmado el peor traspaso de la historia del deporte tras Babe Ruth, se hayan llevado la oportunidad de conseguir a Cooper Flagg ha sido el cierre perfecto para una serie de teorías que ahora sí, ponen luz y color el movimiento de Doncic. Por meses hemos intentado encontrarle un sentido oculto al movimiento y ahora tiene una hipótesis más, una incluso más sencilla que hace encajar las piezas del rompecabezas. Si Dallas ayudaba a los Lakers, y con ello salvaba el problema de las audiencias de la NBA, la liga recompensaría a los Mavericks con un futuro brillante. Uno soñado por todos: el pick #1 y la gran esperanza americana, Cooper Flagg.

El movimiento fue un atraco a mano armada por parte de los Lakers, que pagaron una primera ronda y Anthony Davis, además de jugadores de rol y Max Christie, pero, ¿y si había más? Y si el acuerdo público es diferente al que firmaron Pelinka, Nico Harrison y Adam Silver por debajo de la mesa. Con la NBA salvada y los Lakers teniendo una super estrella para la era post-LeBron, Dallas recibía a Davis y le prometían el #1 del próximo draft en una lotería que nunca ha sido como tal. No lo fue con Ewing, no lo fue con LeBron ni muchos otros.
El traspaso funcionó para todos. De golpe todo el mundo volvía a hablar de la NBA, que en la semana de la Super Bowl fue protagonista. Las redes sociales eran todo NBA, el debut de Luka fue de los partidos más vistos y su camiseta, la más vendida en el final de temporada. Y Dallas, un mercado grande, se asegura mantener la atención del público otro año más, ahora con una nueva atracción. Una blanca y americana en uno de los estados más republicanos de todo el país. Que todo está amañado, preparado, manipulado, adulterado, trucado o alterado.
Prefiero pensar eso, que realmente la vida ha decidido premiar a la persona que hizo el peor traspaso de la historia de la NBA con un pick #1 del draft cuando tenía un 1.8% de opciones de lograrlo. O que lo han hecho para evitar que alguien, en mitad de la calle, decida asesinar a Nico Harrison por el traspaso (no voy a entrar en la relación judía entre los propietarios de Dallas y Adam Silver, comisionado de la NBA).
Hace no mucho, LeBron James admitía que su draft, con James siendo el unánime pick #1, estuvo amañado para que la estrella de Ohio pudiera quedarse en casa y jugar en Cleveland. Lo dijo en una entrevista que más bien parecía dos colegas tomándose unas cervezas con Pat McAfee en The Pat McAfee Show. Si el Rey, después de decir esa polémica teoría conspiratoria, deja un tweet con nueve emojis de risa, es normal que pensemos mal. Que pensemos que ha vuelto a pasar, y que la NBA ha tenido que arreglar el evento por temas de agenda. Pero es que no es la primera vez que vemos algo así: mirad la lista que larga es.