#116 Por qué la NBA quiere tu equipo gane el anillo
Quedan cuatro, y todos ellos tienen motivos para llevarse el título. Y la NBA intereses con ello.

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En la NBA, nada es casualidad. O al menos eso queremos creer. Cada partido es un espectáculo, cada serie un relato con capas y giros de guion, y cada anillo una pieza más en el gran tablero de ajedrez que es la liga. Porque más allá de los sistemas ofensivos, los ajustes defensivos y las estadísticas avanzadas, la NBA es una empresa multimillonaria con intereses, narrativas y prioridades muy claras. ¿Y si te dijera que detrás de cada campeón hay algo más que talento y suerte? ¿Y si este año, como tantos otros, el anillo ideal no es solo el que se gana en la pista, sino el que mejor encaja en el plan maestro de la liga? Y si te digo que todo es una conspiración y que la NBA no va contra tu equipo, sino que quiere que gane.
Con cuatro equipos vivos en las Finales de Conferencia, el abanico de beneficios para la NBA es más que interesante. Desde el mercado gigantesco y mediático de New York hasta la historia de redención perfecta en Minnesota; desde el proyecto modélico y paciente de Oklahoma City hasta el baloncesto colectivo y esperanzador de Indiana. Cada finalista representa una narrativa que la liga puede capitalizar. Así que olvídate por un momento del baloncesto y piensa como Adam Silver. Si tú fueras la NBA... ¿a quién querrías ver levantar el trofeo?
INDIANA PACERS
¿Es posible que el año que viene el Este sea un desierto? Es posible, otra vez. La lesión de Tatum, la posible salida de Giannis y la incógnita que son siempre los Sixers deja a la conferencia débil todavía más débil. Adam Silver y el resto de la NBA necesitan un equipo en alza, y qué mejor que uno con un estilo tan agradable a la vista, altruista y liderado por lo más parecido que hemos visto a Steve Nash en años. Indiana no tiene todavía un título NBA, sí dos de la ABA, y tras las finales de 2000, son una de las franquicias más regulares de este siglo: novenos en porcentaje de victorias y octavos en triunfos desde ese años, entre temporada regular y postemporada. Si ganan, la NBA verá como los equipos que hacen bien las cosas tienen premio.
Se les puede considerar, de hecho, el anti-super-team. Haliburton fue votado como el jugador más sobrevalorado de la NBA y Siakam lleva años ignorado por la liga, desde su época en Toronto, pese a ser un perenne candidato a All NBA y All Star. Pero su plan ha sido no fichar grandes nombres en la agencia libre ni han armado una constelación de estrellas. Todo lo han hecho vía traspasos inteligentes y desarrollo. Si ganan, la NBA puede vender el mensaje de que no necesitas estar en Miami, Los Ángeles o tener tres All-Stars para competir. Es propaganda perfecta para equilibrar mercados.
Un equipo que en 2024 apostó por Siakam y que desde entonces suma dos finales de conferencia. Que ha sido agresivo desde un mercado pequeño, y eso sumando el movimiento de Haliburton en 2022. Sus dos estrellas han llegado vía traspaso, como Nesmith. Solo Turner, Mathurin y Nembhard son cosecha propia entre los jugadores más importantes. Y lo que más brilla: mantienen un 92% del bloque del año pasado, solo por detrás de Boston y empatados con Cleveland y Houston Un equipo donde, Hali al margen, podemos decir que lo más importante es Rick Carlisle. En una NBA más star-system que nunca, con la salida de Popovich como una realidad, que el entrenador sea el genio detrás del equipo es destacable.
Una más: Indiana pisó la final del In-Season Tournament en 2023. Si ganan el anillo, la liga puede vender que ese torneo es una antesala real de los playoffs, y no solo un espectáculo vacío en diciembre. Otro win institucional.