La guía de la off-season de Boston Celtics: escenarios para 2026 (parte II)
Los Celtics enfrentan un verano decisivo marcado por las restricciones del nuevo CBA y la lesión de su estrella. Cuatro caminos, una sola pregunta: ¿qué hacemos?

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Ganasen el anillo o no, los Celtics iban a empezar el verano de 2025 con una certeza incómoda: había que vender. Había que moverse. El proyecto campeón, tan dominante en temporada regular como costoso en lo económico, no podía sostenerse mucho más tiempo sin consecuencias. El nuevo convenio colectivo no deja margen para los ganadores, ya no solo con el impuesto de lujo, sino con la penalización deportiva, y Boston ya había cruzado varias líneas rojas. Vivir en el segundo apron implica cambios. A ese escenario ya tenso se le ha sumado otro aún más complicado: la lesión de Jayson Tatum.
Su baja, ya sea parcial o para toda la 2025/26, altera completamente las prioridades. Porque sin él, competir por el anillo no es realista. Y entonces la pregunta deja de ser “¿qué podemos hacer para mejorar este equipo?” y pasa a ser “¿qué camino tiene más sentido hasta que Tatum vuelva a estar al máximo nivel?”. Porque el trabajo de Stevens ahora ha mudado su prioridad a 2027. En ese cruce de caminos, Boston tiene varias rutas. Algunas más conservadoras, otras radicales. Este artículo explora tres escenarios posibles, uno de dos caras, para los Celtics, desde mantener el bloque a romperlo todo, pasando por ajustes salariales o años sabáticos estratégicos.
Qué hagan, y cuándo lo hagan, definirá no solo el futuro de la franquicia, sino también el legado de toda una era.

Escenario 1: All-In — Se mantiene todo
Narrativa: Desde la gerencia, encabezada por Brad Stevens, se decide que no hay nada roto que arreglar. El equipo que firmó un récord combinado de 125-39 en temporada regular en las dos últimas campañas, incluso sin estar al cien por cien físicamente, sigue siendo el mejor construido de la liga. La lectura es clara: la derrota en los playoffs fue circunstancial, no estructural. Lesiones acumuladas (el menisco de Jaylen, el Aquiles de Tatum, el dedo y pierna de Holiday y la enfermedad de Porzingis) llegaron en el peor momento posible. En plenitud, creen que nadie puede competir con ellos. Así que no hay reinvención, ni ajustes quirúrgicos, ni maniobras preventivas: solo la convicción de que insistir con este núcleo llevará al segundo anillo de la era Tatum y Brown.
Se mantiene al grupo completo: Tatum, Jaylen, Derrick White, Jrue, Porzingis y, si no se retira, Al Horford. El compromiso económico es brutal, con el equipo firmemente por encima del segundo apron, pero se asume sin dudas. Las restricciones del nuevo CBA (imposibilidad de usar la mid-level exception, firmar jugadores cortados, agregar salarios para traspasos o mover primeras rondas lejanas) son conocidas, pero secundarias cuando el equipo en la pista ya está hecho. La ventana está abierta ahora, y la urgencia competitiva manda. La profundidad se cubrirá con mínimos y continuidad interna, confiando en que no habrá otro golpe tan duro de lesiones en el momento clave.
Decisión: Se mantiene la plantilla tal cual, asumiendo las penalizaciones económicas y deportivas del segundo apron. No se buscan traspasos, ni se recortan gastos, y eso incluye a Horford (si quiere) y Kornet. La idea es clara: este proyecto no necesita una revisión, solo una oportunidad más con todos disponibles. Con Tatum, Brown, White, Holiday y Porzingis sanos, creen que repetir el anillo no es una aspiración, sino una expectativa razonable. Es una apuesta total por el presente, y una declaración de fe en que el título de 2024 fue el inicio, no el pico.
Pros:
- Mantener un bloque que ganó un anillo y dominó la liga evita empezar de cero o crear nuevas dinámicas.
- Es, sobre el papel, el equipo más completo de la NBA cuando está sano. Aunque este año en 357 minutos tiene un net-rating de 0.
- Refuerza el vínculo entre franquicia y jugadores clave; muestra que no se toman decisiones precipitadas.
Contras:
- Sin Tatum será difícil competir, mantener un proyecto tan caro salarial y deportivamente para no pelear por el anillo no parece realista.
- Dependencia absoluta del crecimiento interno (Walsh, Scheirman, JD Davison...) en una plantilla muy veterana (Horford, Holiday) o lesionada (Porzingis)
- Cero margen de maniobra durante al menos dos años, sin excepciones ni herramientas de mejora
Opciones de que suceda: 5%

Escenario 2A: Tanques por el río Charles (Warriors 2020)
Narrativa:
La temporada 2026 es, desde el principio, una campaña perdida sin Tatum. Cuanto antes se asuma, mejor. En lugar de forzar una plantilla coja y cara para intentar sobrevivir en el Este, Brad Stevens decide utilizar el año como una oportunidad para reconfigurar el proyecto, que no reconstruir. No para derribarlo del todo, sino para darle una nueva cara con los Jays como eje central. La 2025/26 se convierte así en un año sabático competitivo, en el que Boston no prioriza resultados inmediatos, sino maximizar el valor de su propio pick de draft. No es un tanking clásico al estilo de Washington, Brooklyn o Utah, sino una estrategia contextual: si tu estrella está fuera, aprovechar esa coyuntura para mirar al futuro tiene más sentido que resistirte a esa realidad.
La idea no es reconstruir durante cinco años, sino obtener una pieza valiosa (o un pick alto que luego pueda convertirse en una) que complemente a Tatum y Brown cuando ambos estén sanos. De hecho, lo más probable es que ese pick no se use para draftear, sino para traspasarlo por un jugador hecho, como deberían haber hecho en su momento los Warriors con el pick de Wiseman. La diferencia aquí es que Boston no espera encontrar a su tercer pilar en un novato, sino en un jugador de impacto inmediato que acelere el regreso a la élite.
Decisión: Para hacerlo viable, se desprenden de todos los jugadores con valor positivo que no formen parte del plan central. La única excepción es el núcleo de dos piezas: Tatum (lesionado), Jaylen Brown más Payton Pritchard por su contrato. Por el anillo de 2024 y por lo que llevan haciendo años en Boston, merecen ser los pilares sobre los que Stevens quiere reconstruir. Se venden el resto de contratos útiles para liberar salario, absorber rondas o simplemente dar minutos a jóvenes de rotación sin comprometer victorias innecesarias. La temporada se convierte en una inversión: un paso atrás medido, con la vista puesta en un gran movimiento en verano de 2026 que relance de nuevo el proyecto.
Pros:
- Mantienes a tus estrellas y vuelves a competir al año siguiente con nuevos recursos tras un año de descanso en las piernas.
- No traspasas a dos leyendas.
Contras:
- Es complejo tankear en este nuevo CBA, con los porcentajes tan igualados. Hay que ser muy malo y además, tener suerte.
- Jaylen y White están en edad de competir ahora, no de esperar un año. Igual se enfadan.
- Condicional de un traspaso porque con un joven no puedes competir.
Opciones de que suceda: 7.5%