#130 Sobre la eliminación de España y el futuro que se viene
España eliminada firma su peor resultado final en un Eurobasket. Y ahora, tras la cima, llegan años de desierto.
El viaje de España a Chipre, al Eurobasket, se ha acabado. Ha sido el más corto de la historia, con el equipo nacional incapaz de clasificar para la fase final y por primera vez desde que participa, quedará por debajo del décimo quinto lugar, 17 exactamente. La realidad es que es un fracaso deportivo, pero el torneo ha servido para entender que es momento de pensar en el futuro. Y es posible que al mismo tiempo sea malo, bueno, ilusionante y decepcionante — de hecho, la derrota contra Grecia per se cumple ambas cuatro.
Una expectativa representa dos cosas: o la esperanza de conseguir algo, o la posibilidad de que algo suceda. Cuando España juega un Eurobasket, siempre hay expectativas. Al menos desde que Pau Gasol vistió en 2001 la camiseta de la selección por primera vez. No ha habido combinado nacional más poderoso en ese tiempo que la selección española, que en lo que va de siglo ha conseguido 14 medallas. Y por mucho que ya no quede nadie de aquella generación dorada, con Sergio Llull y Rudy Fernández como últimos recuerdos, cuando juega España hay expectativas. Da igual la plantilla.
No ayuda que en 2019 y 2022 se proclamaran campeones del mundo y Europa, aunque no consiguieran clasificar a cuartos ni en el último Mundial ni en los JJOO de París 2024, ambas cayendo ante Canadá. Ni siquiera las bajas, sin Juan Núñez, Lorenzo Brown (esto ha sido positivo al final, esperad), Usman Garuba, Alberto Díaz o Alberto Abalde entre otros. Da absolutamente igual, juega España y se tiene que competir siempre, sin tener en cuenta que de la plantilla actual solo tres jugadores (y si eso) se colarían en el equipo de 2010 a 2015.
Pero la versión corta es que esta España ha fracasado, y punto. En un grupo de seis, con Chipre, una Bosnia sin Musa y Georgia, ha sido incapaz de ganar tres partidos. Han clasificado el 66% de los equipos en el Eurobasket, incluyendo a Portugal, Polonia, Suecia, y España no ha podido. Deportivamente, hablando solo del presente, es un fracaso estrepitoso. ¿Es bueno haberle peleado a Grecia? Sí, por supuesto. También es horrible haber perdido contra Georgia por 14, o ser incapaz de meter 65 puntos a Italia.
Se habla de coraje, por remontarle a Grecia 15 puntos. Se habla del pundonor, de honores, por competir contra selecciones que no deberían pasar los octavos de final, pero es un fracaso. No pasar de ronda es un descalabro estrepitoso. El nivel mostrado, por momentos, por algunos miembros del equipo ha sido malo y el resultado es la realidad de esta España. Una debacle, una incapacidad de ganar y un viaje de vuelta a casa demasiado pronto.
No voy a poner la culpa en una persona, ni dos (aunque sean familia), no voy a señalar culpables o responsables. Ha habido gente que no ha tenido su mejor torneo, y eso incluye a Sergio Scariolo, y hay veteranos que igual ya han dejado sus mejores momentos con la selección en el pasado. Otro punto es que el equipo estaba al mismo tiempo mal hecho por plantilla y no tenía el talento suficiente para competir por las medallas; sí para batir a Georgia, insisto. No es peor rotación que la de Italia, ni por supuesto que Georgia. Pero ante el equipo de Pozzecco faltó físico y ante Georgia talento, simple y claro. Duro de asimilar, no pasaba algo así desde ¿2002? No será la última.
¿Y ahora qué?
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