#162 La paradoja de los Lakers: ganando por encima de sus posibilidades
Entre números mediocres y victorias clave, los Lakers siguen sumando sin convencer del todo. Y todavía falta LeBron James y la mejor versión de Luka.
La temporada NBA todavía es joven. No se ha cumplido ni un cuarto del curso y sigue siendo pronto para sacar algunas conclusiones. El aprendizaje llega con los regalos de Navidad, y para el All Star ya podemos empezar a dar por sentado lo visto en los meses anteriores. El mes de noviembre sirve para empezar a digerir que algunos proyectos son caducos, fueron construidos sin cimientos o que ese equipo que no esperabas, quizá da una sorpresa. Pero hay algo que sí hemos descubierto en este casi mes de competición, una sentencia que aplica a todos.
Ningún equipo es tan bueno como cuando juega contra los Washington Wizards, ni tan malo como cuando lo hace en Oklahoma ante los Thunder.
Porque unos están a quilómetros de distancia del resto, por mejores, y los de la capital siguen siendo un proyecto sin rumbo incapaz de tumbar en casa siquiera a unos Nets, el equipo más joven de toda la NBA. El veredicto aplica a todos los que han salido escaldados de su visita a Oklahoma o a los que se han aprovechado de los pobres a ineficientes Wizards. Y en esa lista incluyo a los Lakers, uno de los damnificados por el caso Thunder. De 29 perdieron en su visita al Paycom Center en un partido donde llegaron a estar casi 40 abajo pese a estar en segunda noche de back-to-back y jugar 24 horas antes contra los Warriors. Nadie puede con Oklahoma.
Pero el artículo de hoy no es para hablar de los Thunder (ese viene el miércoles), sino del otro implicado. De un equipo del que prácticamente no se habla, ni se escribe, ni se hacen vídeos: de Los Angeles Lakers. Un equipo al que hemos loado hasta la saciedad (yo incluido), en prensa y redes sociales, al que cubrimos como si su estrella tuviera pasaporte español y en el que la crítica suele doler al aficionado. Y un equipo que, al mismo tiempo, está consiguiendo resultados por encima del nivel real mostrado hasta la fecha. Pero que tiene un claro margen de mejora.
Resultados > rendimiento
Con los números en la mano, los Lakers son un equipo mediocre en su primera acepción de la RAE: de calidad media, ni buenos ni malos. Uno con demasiados puntos débiles como para tener tras 14 partidos el quinto mejor récord de la NBA, pero que ha sabido explotar al máximo sus fortalezas. Y lo ha hecho con un Doncic lejos de su mejor versión (y habiéndose perdido partidos) y con una rotación a la que todavía le falta uno de los mejores jugadores de la historia. Sobre el reto de cómo será añadir a LeBron James a la rotación hablaremos cuando vuelva, pero hoy toca analizar cómo han llegado a un 10-4.
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