#173 Popurrí NBA: Wembanyama, los Knicks y la vuelta de Tatum
Aunque este año me haya emocionado menos, la Copa NBA sigue molando mucho. Pero sabéis qué molaría más: que volviera Jayson Tatum pronto.
A veces uno no sabe sobre qué escribir porque la actualidad no le da nada jugoso y ya estoy preparando el fin de año. Otras veces, como ahora, la NBA nos da demasiado y toca enjuagarlo en una misma pieza para que mantengan esa vigencia. Si os hablo de Wemby el miércoles igual ya no sirve, o de cómo los Knicks siguen haciendo historia, igual ya ni interesa. La semana de la Copa NBA es esta, y ellos dos son los nombres que merecen toda mi atención. Por eso vamos a hablar de ellos. Y de Jayson Tatum y lo que sabemos de su periodo de recuperación y posible vuelta a las pistas.
Por cierto, se me hace muy extraño que entre las semis, la noche del sábado al domingo, y la final que se juega mañana, tengamos que volver a la normalidad. Que haya un Pacers v Wizards, Cleveland contra Charlotte o New Orleans y Chicago. Es el lado opuesto del espectro competitivo comparado con el partido que nos regalaron Oklahoma y San Antonio en Las Vegas. ¿Mejor partido del año? Debatible, pero tiene argumentos de sobra para ser considerado como mínimo candidato. Vedlo entero, si no lo habéis visto (aunque el final ha sido duro de consumir…).
The Chosen One
Según Basketball Reference, Victor Wembanyama tiene cuatro alias: Wemby, Vic, Alien y Extraterrestre. Ninguno me acaba de convencer del todo, aunque es cierto que compro mucho el relacionar al jugador con vida alienígena. No voy a hacer una crítica social como hizo Stan Van Gundy en la semifinal, sobre el apodo alien, pero siento que se queda corto, que necesitamos un apodo nuevo. Wemby es mucho más que simplemente un cuerpo nunca visto capaz de hacer cosas impensables para la raza humana. Va más allá.
De todo lo que hizo en Las Vegas hasta la fecha, sus declaraciones igual son lo más destacado y eso que viene de cargarse a los Thunder. Antes del partido dijo, al ser preguntado por el mejor jugador del mundo, que al volver a las pistas “lo sería él”. Definió a los Spurs como “ethical hoops” en un precioso palo a los Thunder y aseguró que no todo el mundo está hecho para los momentos calientes, pero que ellos sí. Cada vez que habla, sube el pan. Y lo hace desde una condescendencia controlada, de alguien que es superior, se sabe superior, pero siente que tiene el deber social de demostrarlo en una pista. ¿Cocky or confident? Ambas.
Del partido, su primer minuto sirve para resumir lo que implica tenerle. Entra a pista, fallan los Thunder y suma un rebote ofensivo y palmeo en el primer ataque. Vuelve a fallar Oklahoma, rebote defensivo, otro rebote en ataque y asistencia para el triple de Harper. Y lo que eran once puntos de diferencia ya son dos posesiones. El +20 del primer tiempo es histórico, en siete minutos y cuando los Spurs supieron jugar sin él, aguantar en el partido, Wemby salió a cerrarlo como lo hacen las putas estrellas de la NBA. Y eso es lo que ya es.
Fueron 15 puntos en el último periodo, siete desde el tiro libre. Y la sensación de que Oklahoma no podía meter un tiro con Wemby presente: 41% en el 4Q, 43.9% en la segunda parte. Defensor generacional que todavía está entendiendo lo que es capaz de hacer en ataque pese a la cantidad inconcebible de palos que le pegan cuando bota el balón. Brilló en la final de París 2024, brilló ayer aun siendo su primer partido de vuelta tras lesión y no tengo dudas que el martes por la noche volverá a brillar. Porque Wembanyama es el elegido, the chosen one. El elegido para acabar con los Thunder, con la NBA, con el deporte.
Qué complicado va a ser tener que ver como un francés no solo se cuela en la conversación por ser el mejor del mundo, sino que no hará replantearnos cosas muy serias. Y que además nos caiga bien. El representante del pueblo.