#145 La NBA quiere un arbitraje mejor: ¿y la WNBA qué quiere?
Mientras Adam Silver intenta mejorar a los colegiados, la WNBA se olvida de ellos. Y a Cathy Engelbert le puede costar su trabajo.
La semana pasada se hacía viral un vídeo del entrenamiento de los Denver Nuggets, uno de los primeros de la temporada. Aparecía Nikola Jokic, su estrella, haciendo una de sus jugadas más habituales: no era una asistencia sin mirar, ni un triple sobre la bocina. Era un vídeo del serbio hablando con los árbitros por casi 10 minutos al acabar el partido de entrenamiento. ¿Qué hacían tres árbitros de la NBA en la práctica de los Nuggets? No ha sido la única ciudad que ha recibido presencia de los uniformados.
Según publica Tim Reynolds, la NBA ha implementado un nuevo programa en el que los equipos tienen a disposición, durante la pretemporada, tres colegiados que estarán en la temporada regular. Denver, por ejemplo, tuvo a Marc Davis, Jacyn Goble y JT Orr en San Diego. Davis fue, por cierto, árbitro presente en dos partidos de estos playoffs que fueron clave para Denver: en el segundo de la serie ante los Clippers, no señalaron falta de Kris Dunn cuando aterrizó sobre el hombro de Michael Porter Jr.; tampoco pitó nada en el sexto ante Oklahoma, en la jugada de Caruso con Aaron Gordon.
Ambos, MPJ y Gordon acabaron lesionados y Denver no pudo avanzar a finales de conferencia, y supongo que por ello, para Nikola Jokic la conversación fue a más. Porque el objetivo, en esencia, es construir relaciones antes de que se quieran matar entre ellos: uno por no haber pitado aquella falta clarísima, y el otro por tener que escuchar a Luka Doncic protestar 48 minutos seguidos. “Permite establecer relaciones en un entorno menos competitivo”, decía Monty McCutchen, el VP de la NBA y director de desarrollo y entrenamiento de los árbitros. Conectar sin estrés, como un retiro.
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