#73 Sobre dilemas, legados, leyendas y decisiones
LeBron cumple 40 en dos semanas. Kevin Durant juega un partido cada tres. Y Steph Curry es humano, aunque no lo parezca.

Los Juegos Olímpicos de París fueron algo apoteósico en el torneo masculino de baloncesto. No solo tuvimos dos partidazos, con Nikola Jokic primero y Guerschon Yabusele (y Wemby, sí) a punto de tumbar al Team USA. Es que por primera vez en la historia, pudimos ver a LeBron James, Steph Curry y Kevin Durant jugar un partido oficial juntos. Los Avengers, pero los originales. Disfrutar de tres de los quince mejores jugadores de la historia en el mismo quinteto fue algo sensacional, pero sirvió, al mismo tiempo como despedida. Porque sabemos que fue una primera y última vez, que el final está más cerca, no solo con el Team USA sino en la propia NBA. Y gestionar cómo acaban las carreras de algunas leyendas es un problema mayúsculo. Hablemos de ello.
En el día de ayer se supo que Jimmy Butler, de 35 años, podría salir. La relación entre Heat y Butler no está rota, pero en Miami han decidido que el futuro puede ser mejor sin Jimmy en el equipo. Que es momento de buscar un proyecto diferente, quizá con Bam Adebayo y Tyler Herro, y buscando ese alfa en el mercado. Es una decisión jodida porque Butler ha llevado a las finales de Miami dos veces, siempre como underdog, pero nunca ha podido cerrar el trato. Y cada día parece más complicado que pueda repetir el milagro de Disney, en 2020, o el nivel que tuvo en los playoffs de 2023. Influye también que los Heat viven en posiciones de play-in cada año desde 2022, que Butler se ha perdido 20 partidos de media por temporada.
Me sirve perfecto para hilar el caso Butler con lo que quiero tratar hoy. Porque en la NBA tenemos ahora mismo tres casos diferentes de cómo acabar una carrera y qué tiene o puede hacer la franquicia de cada uno de los jugadores. LeBron James, Kevin Durant y Steph Curry son tres casos diferentes, cada uno de ellos generacional en contextos opuestos, todos soñando con su quinto anillo (o tercero, perdona Kevin). Y Lakers, Suns y Warriors van a tener que tomar decisiones importantes al respecto. ¿Es posible competir con ellos como referencia? ¿Es viable conseguir una segunda o tercera estrella para seguir intentando lograr el título con ellos? ¿Pueden abrirle la puerta a una salida sabiendo que la realidad es que están lejos de la élite?
Hay muchos factores en cada caso. Por ejemplo, no es lo mismo el impacto que ha tenido Steph Curry en Golden State, donde es el jugador más ganador de la historia y la máxima leyenda de la franquicia, con Durant en Phoenix. LeBron está en el medio, por ser uno de los dos mejores jugadores de la historia de la NBA, por haber sido campeón en Los Angeles, pero al mismo tiempo, por haber exprimido a la que fue hasta junio la franquicia más ganadora de la NBA. Lo de colar a su hijo como jugador a tiempo parcial o las conexiones entre la agencia Klutch, de su amigo Rich Paul, y el vestuario de Los Angeles han sido evidentes. Tres relaciones distintas con tres franquicias distintas. Importa también el nivel actual de cada uno.
De los tres, Kevin Durant ha sido el mejor en el principio de curso cuando ha estado disponible (que ha sido poco). Entre LeBron, el de principio de temporada, y el Steph Curry de después de la lesión podríamos hablar de empate técnico, pero parece que a James le ha llegado por fin la edad (insisto, a dos semanas de los 40) y se le empieza a ver agotado. Se le empieza a ver lejos de ser ese superhéroe capaz de solucionar todos los problemas de su franquicia, y a ser seguramente más causa que arreglo. Influye a la hora de tomar una decisión, por supuesto. Son datos, no opinión. Esta es la progresión de los tres en los últimos años

Y hay cuestiones. La primera pregunta es, ¿sirve uno de ellos tres para ganar el anillo como principal espada en 2025, que es lo que tienen que hacer? Solo Anthony Davis, y con su irregularidad, podría serlo. Ni Draymond Green ni Devin Booker son una alternativa real, el récord de los Suns sin Durant lo demuestra. Pero la pregunta importante es otra: ¿puedes, manteniendo a ese jugador como epicentro, competir por el anillo? Porque en la NBA, caer en primera ronda es desde un punto de vista de premio, peor que ser un equipo de tanking. Otra cosa es a nivel emocional, donde por supuesto es mejor competir. Pero de qué le sirve a los Lakers volver a caer en primera ronda. Aplica para Phoenix y Golden State. Entre los tres ganaron un partido de playoffs el año pasado.
Hablemos ahora de hipotéticos. ¿Existe un universo donde los Warriors deciden que no quieren seguir su relación con Steph? Lo dudo mucho, porque Curry pesa demasiado en San Francisco y su historia. Pero al mismo tiempo, si tanto quieres a tu jugador, te mereces darle un final donde pueda competir por otro anillo y no imitar el formato Kobe Bryant con los Lakers. O Dirk Nowitzki con Dallas (este al menos se bajó el sueldo). Es cierto que ambos, Kobe y el alemán, eran más mayores y estaban para el arrastre a nivel físico, pero al mismo tiempo Lakers y Mavs estuvieron tan lejos de competir por el título como tú y yo ahora mismo. Lakers consigue 27, 21 y 17 victorias en sus tres últimas; Mavericks son ligeramente mejores, 33, 24 y 33.
Pero ese futuro con LeBron lejos de los Lakers sí existe. Será agente libre este verano otra vez, si quiere. Y si bien Los Angeles no pueden traspasarlo sin su consentimiento, James tiene la opción de veto, ¿puede LeBron pedir salir? ¿Te planteas si eres los Lakers no renovarle y pensar en el futuro? ¿Aceptarías enviarlo a Golden State por rondas de draft y Kuminga (y de hecho Windhorst acaba de decir que los Warriors están interesados en él)? Encontrar el equilibrio entre un destino que le atraiga, que le convenza, y un paquete que te permita volver a plantearte las cosas. Porque con este proyecto los Lakers no van a competir y en lugar de que tu temporada sea un constante homenaje a la edad de LeBron, puedes honrarle mandándoles a pelear por otro título.
Curry es, por edad y físico, el que más años en las piernas tiene todavía. Pero su nivel, como el de todos los humanos, debería ir bajando progresivamente con el paso del tiempo. Hasta que punto los Warriors están obligados moralmente a mantener a Curry sobrepagado (no ahora, hablo en tres años) en plantilla sabiendo que eso aniquila cualquier opción de competir solo por el legado histórico que tiene en San Francisco. Pero al mismo tiempo, traspasar a Curry (y más si lo hacen a sus espaldas, que lo dudo) sería un movimiento que nadie en la historia de California le perdonaría a Mike Dunleavy Jr. Hay un dilema importante entre mantener tu historia y competir, y les llega a casi todas las leyendas de la NBA.
Pausa antes de seguir, que os quiero pedir un favor. Con el objetivo de mejorar el producto para el año que viene, os dejo el enlace a una encuesta con LITERALMENTE CUATRO preguntas para mejorar de un año al otro. Porque quiero seguir creciendo, invirtiendo horas y mejorar el producto, y eso solo lo puedo hacer con vosotros.
Hay un caso reciente de una franquicia que dejó ir a su leyenda en los últimos años, en una situación de win-win. Los Celtics, en 2013, dejaron ir a Paul Pierce y Kevin Garnett, el MVP y mejor jugador del penúltimo anillo rumbo a Brooklyn a cambio de demasiados picks. Fue un win-win a corto plazo, porque los Nets fracasaron estrepitosamente, pero Pierce y KG querían una oportunidad más de ganar el anillo y en Brooklyn estarían más cerca que en los Celtics (spoiler: no). Es posible dejar ir tu pasado si toca reconstruir, pero cuesta mucho que la decisión la tome la franquicia. Desde 2011, justo tras los títulos de Kobe y Dirk, ha habido doce proyectos ganadores diferentes. Los últimos cinco siguen con sus estrellas en el equipo, pero los anteriores todos vieron irse al MVP de las finales. Y todos menos uno por decisión del jugador.
LeBron dejó Miami en la agencia libre, y luego repitió en Cleveland. Golden State perdió a Kevin Durant en la agencia libre. Kawhi Leonard dejó Toronto en la, sí, agencia libre. Se tienen que juntar una serie de circunstancias, como tener un equipo competitivo donde poder ir y que tenga el espacio para firmarte, pero lo que quiero decir es que pasa. Hay otro caso, el mismo Kawhi Leonard pero en 2014, con los Spurs. San Antonio no tuvo problema en sacárselo de encima. No tenía, por supuesto, el caché de los Curry, Bron o Durant, ni el legado, ni la historia, ni el carisma, ni el mercado. Tenía mucho más futuro a priori del que tienen esos tres, y lo demostró en Toronto o por momentos en Los Angeles. La realidad es que los jugadores de este nivel controlan su destino.
Y querer cambiar esa narrativa tan de siglo XXI, del empoderamiento del jugador, es complicado. Cuando Brooklyn movió a Kevin Durant, lo hizo buscando un destino que agradara al jugador; con Kyrie no tanto. Cuando tienes un jugador del nivel de esos tres tu objetivo es mantenerlo feliz, ya sea trayendo a su hijo (Bronny), cuñado (Damion Lee) o sus mejores amigos (DeAndre Jordan, Royce O’Neale). Pero una franquicia puede permitir que su estrella secuestre al equipo solo si da resultados. Los Lakers desde 2020 no ganan pese al asterisco de 2023, los Warriors han perdido a Klay y 2022 queda muy atrás, y los Suns pisaron las finales en 2021 y de aquel equipo solo queda Booker (no exagero, es un dato real).
Ninguno de los tres está en el top-6 de favoritos en las casas de apuestas (Suns #7, Warriors #8, Lakers #15) ni top-10 en el BPI de ESPN (Warriors #11, Suns #13 y Lakers #16) aunque los tres tienen a uno de los ¿15? ¿20? mejores jugadores del momento en sus filas. Y quizás ahora mismo en las oficinas de alguna de las tres franquicias están teniendo conversaciones incómodas sobre cómo gestionar el final de la carrera de uno de los mejores jugadores de la historia. “Oye, ¿y si traspasamos a este?” dice el becario desde el fondo de la sala, mientras todos le miran con cara de haber matado a un perro aunque saben que puede tener razón.
Gracias por leer hasta el final, aprecio mucho que 1800 y pico palabras no sean solo para que las lea mi madre. Si te ha gustado, podrías pensar en suscribirte o compartir el artículo con esa persona que ya no te hablas, así como para cortar el hielo y recuperar una bonita relación. Piénsalo.