#Starting5: La previa de la temporada NBA con los expertos NBA
Cinco preguntas como previa de la nueva temporada NBA. Con Sergio Rabinal, Nacho Losilla, Víctor Arrufat y Kike García.
Quedan, exactamente, ocho días para que arranque la temporada NBA. El próximo martes 21 de octubre vuelve la mejor liga del planeta y con ella se van todos nuestros problemas (y llegan nuevos). Con los Thunder defendiendo el anillo, con Denver, Houston y muchos otros queriendo robar el trono; con LeBron jugando su ¿última? temporada NBA al lado de Luka Doncic, candidato al MVP; con Tatum, Haliburton y Lillard fuera todo el año, en un Este muy pobre y con solo dos candidatos. Pero es nuestra NBA, y la queremos así. Por eso hoy vamos a debatir sobre ella, recuperando la sección de #Starting5.
Y hoy traigo cuatro nombres que saben, que siguen la liga de cerca, para responder cinco (y media) preguntas. Cuatro personas que opinan sin miedo a lo que podamos recuperar en unos meses. Cada uno desde su enfoque, desde su estilo. Sin spoilers entre ellos, sin condicionantes. En el día de hoy participan, además de quién escribe estas líneas, cuatro monstruos de esto:
Sergio Rabinal, el nuevo comentarista de Amazon Prime y a quien podéis leer y sobre todo ver en Gigantes del Basket.
Nacho Losilla, periodista y creador de contenido. El mejor podcaster en español. Lo tiene todo aquí.
Víctor Arrufat, nuevo comentarista de DAZN para la NBA y parte del proyecto Planeta NBA.
Kike García, otro comentarista NBA de DAZN, además de la mejor newsletter en español sobre NBA:
1. ¿Quién puede con los Thunder? ¿Quién será su mayor competencia y qué opciones reales hay de no repetir anillo?
Sergio Rabinal:
Durante la temporada regular creo que se hablará mucho de Cleveland, de Knicks y de Rockets, pero a la hora de la verdad, es decir, playoffs, Denver Nuggets es el único equipo que veo con opciones de plantarles cara. Posibles lesiones o traspasos inexplicables mediante, los de Colorado son el conjunto que más y mejor se ha reforzado para hacer frente a los Thunder. Primero, se desquitaron de Westbrook. Segundo, añadieron banquillo con Hardaway Jr., Brown y Valanciunas. Y tercero, se deshicieron de Michael Porter Jr. para sustituirlo por Cam Johnson.
Denver cuenta con el mejor jugador del mundo, una estructura ganadora y fueron el equipo que más cerca estuvo de ganarles en Playoffs junto a los Pacers. El problema de los Nuggets será el estado en el que lleguen a los Playoffs. El curso pasado, fruto de su reducidísima rotación y de los problemas internos, nombres como Gordon y Murray llegaron tocados. No pueden permitirse exprimir a Jokic desde el día 1 para mantenerse en la élite del Oeste y deberán encontrar una velocidad de crucero que les permita llegar descansados a lo importante. Y, sobre todo, evitar el lado de OKC en el cuadro de Playoffs.
Nacho Losilla:
Creo que el mayor rival de Oklahoma City es Denver Nuggets. Creo que el mayor favorito sigue siendo los Thunder, pero en caso de un enfrentamiento, Denver se terminará imponiendo.
Víctor Arrufat:
Hoy por hoy, la respuesta corta es: nadie puede con los Thunder. Acaban de proclamarse campeones tras una temporada de una solidez tremenda —y eso que no estuvieron exentos de lesiones—. Este verano no han perdido a nadie importante, son insultantemente jóvenes (solo Alex Caruso supera la treintena) y, lo normal, es que un año más de experiencia, playoffs incluidos, los haga todavía mejores. No dieron la sensación de ser un equipo imbatible, cierto, pero son, con diferencia, el proyecto más fiable de la liga. Dicho en plata: no hay motivos para pensar que algo tiene que salir mal… salvo que pase lo de siempre en la NBA: una temporada eterna de 82 partidos, lesiones, traspasos, egos que chocan... Eso nunca lo puedes descartar.
Entonces, ¿dónde está la grieta? Básicamente, en que alguien logre descifrar su defensa de élite y les obligue a vivir (y morir) desde el triple, con secundarios que quizá no estén a la altura. Y ahí aparece el nombre que a todos nos viene a la cabeza: los Denver Nuggets. Ya les llevaron a un séptimo partido pese a llegar fundidos, con rotación cortísima, Aaron Gordon medio cojo y Michael Porter Jr. jugando con el hombro en la otra acera. Este año han sumado profundidad con Cam Johnson, Bruce Brown, Tim Hardaway Jr. y Jonas Valanciunas, lo cual suena mucho más serio. Y lo de siempre: Jokic sigue siendo el mejor jugador del planeta, si alguien puede romper la defensa Thunder, es él. El problema es que los Nuggets generan tantas dudas como esperanzas: Jokic ha llegado pasado de peso en su última aparición, encadena veranos sin descanso (Eurobasket y Juegos Olímpicos), y el equipo cambió de entrenador a dos partidos de los Playoffs. Murray es otra montaña rusa: cuando está fino, Denver vuela; cuando no, sufren como cualquiera. Demasiados “y si” para ponerlos como favoritos claros.
En un tercer escalón, me apetece mencionar a los Rockets. Tienen físico, talento y defensa para dar un susto a cualquiera, incluso a Oklahoma. La altura puede ser un problema real para los Thunder. Pero claro, también tienen tantas incógnitas que cuesta verlos levantando el trofeo: ¿qué pasa sin un base puro tras la baja de VanVleet? ¿Qué encaje real tienen Amen Thompson, Sengun y Jabari Smith juntos? ¿Van a tocar el equipo a mitad de temporada? Castillos en el aire, de momento. Y en esa misma categoría, los Mavs. Mucho potencial, mucho talento, pero con las mismas dudas existenciales de siempre. Así que, resumiendo: Oklahoma es el gran favorito y nadie parece realmente preparado para tumbarlos… salvo que Jokic y los Nuggets nos den una sorpresa
Kike García:
Todos los años hay equipos que dan la sorpresa y se convierten en candidatos aunque no contemos con ello, pero de entrada este año yo solo veo dos opciones que realmente le puedan poner las cosas complicadas a los Thunder. La principal son los Denver Nuggets, que ya estuvieron cerca de eliminarles en los pasados Playoffs y han mejorado su equipo, aunque a la hora de la verdad van a seguir dependiendo mucho de la inspiración y la salud de Jamal Murray.
La segunda son los New York Knicks, por una cuestión de desgaste. Si consideramos a los Knicks como los principales contenders del Este, y para mí lo son, hay que tener en cuenta que probablemente en temporada regular puedan quedar en el top 3 del Este sin pisar mucho el acelerador, y que en Playoffs deberían tener una ronda y media de calentamiento, mientras que el que llegue por el Oeste seguramente lo haga manchado de sangre.
Alejandro Gaitán:
Si hay un equipo, son los Nuggets. Su mayor argumento se llama Nikola Jokic, y tener al mejor jugador del planeta es siempre motivo para salir como uno de los favoritos al anillo. Pero creo que seguimos faltando al respeto a Oklahoma: vienen de hacer un año histórico, de ganar 68 partidos y la NBA, y mantienen todo el bloque. No entiendo como hay gente que pone a otras franquicias por delante de los Thunder, así sea por el mero hecho de defender el título.
Más allá de Denver, solo confío en Houston y Minnesota en el Oeste (y muchas dudas con los Wolves). Nadie en el Este me da suficientes motivos como para pensar en que le pueden pelear el anillo a los Thunder o incluso a Denver. Que me perdonen los Cavs y New York, pero no lo veo posible.
2. Cleveland y New York parten como favoritos en la conferencia. ¿Qué alternativas hay en el Este a día de hoy?
Sergio Rabinal:
El Este es ahora mismo como el aula de un colegio de la España vaciada: variopinta, con niveles muy dispares y con gente que está dando sus primeros pasos y otros que están a punto de pasar al siguiente nivel. ¿Qué significa esto? Que hay que hablar de cada equipo de esta conferencia casi como un caso particular. Lejos de los dos favoritos por abandono de Indiana y Boston, pongo la mirada tanto en Orlando Magic como en Atlanta Hawks.
Los Magic están obligados a dar el salto. Tras varios cursos llamando a la puerta, no han logrado derribarla. Bien por su estancamiento, por la falta de creatividad ofensiva de su técnico o por la ausencia de efectivos. Con Desmond Bane, uno de los jugadores más infravalorados de la NBA, los de Florida dan un paso adelante. Su problema vendrá con la gestión de los jóvenes que todavía no han roto el cascarón: Anthony Black, Jett Howard, Tristan da Silva y el rookie Jase Richardson.
Mientras, los Hawks son la gran incógnita. Un quinteto potentísimo pero extremadamente frágil en lo físico. Jalen Johnson, Kristaps Porzingis, Trae Young, Zaccharie Risacher y Dyson Daniels suena muy bien. La cuestión es cuántos minutos jugarán juntos. Les doy el beneficio de la duda sin perder de vista su contexto.
Nacho Losilla:
Cavs y Knicks son los favoritos del Este, pero creo que las alternativas todavía están por descubrir. Creo que nadie se fía de Philadelphia, pero todavía tenemos que comprobar equipos como Orlando o Atlanta. Todavía hay mucho por decidir en el Este, pero ninguno de los dos cabezas de serie en la conferencia me convence.
Víctor Arrufat:
Lo fácil es decir que los Orlando Magic son la gran alternativa en el Este. Y en parte lo son. La lógica dice que deberían ser todavía mejores: un grupo joven, que ya se conoce, que progresa de forma natural y al que ahora además le sumas a Desmond Bane, un jugador de nivel altísimo, a cambio de un KCP que el año pasado no encajó ni con calzador. Sobre el papel, ese simple cambio y el hecho de estar todos sanos ya debería elevarles un escalón. Defensivamente son una roca, las victorias van a caer solas y sus jóvenes llevan tiempo llamando a la puerta de la élite a base de golpes.
Ahora bien, siendo sincero: no me gustan. Me encanta cómo defienden, pero en ataque no compro nada: sus mejores jugadores encajan regular, el spacing es un drama y en general no confío en ellos como para decir que van a reinar en el Este. Dicho esto, son tan duros que van a poner en aprietos a cualquiera.
Algo parecido me pasa con los Detroit Pistons. A nivel de plantilla, los veo más armónicos, con un proyecto mejor estructurado… pero con bastante, bastante, menos nivel. En temporada regular no creo que aguanten el ritmo de Cavs y Knicks, y sinceramente, ni siquiera estoy seguro de que sean mejores que la versión del año pasado. Se menosprecia, por ejemplo, lo que aportaba Malik Beasley como microondas desde la segunda unidad, o la locura puntual de Tim Hardaway Jr. Y no olvidemos que han perdido al MVP del Eurobasket, recuperan a un Jaden Ivey que es poco menos que un enigma y, con todo eso, tampoco se les puede sacar de la foto: deberían ser equipo de Playoffs directos, pero no top-3.
En este mismo escalón, lo normal sería meter a Sixers y Bucks. Los Bucks, directamente, me parecen peores que el año pasado: han perdido a un All-Star como Damian Lillard, que no es precisamente poca cosa, y mientras tanto Giannis ya ha dejado caer varias veces que si esto no va a ningún lado, igual él tampoco. Es un runrún constante. Y los Sixers… pues casi peor. Buff, yo qué sé. Es que no invitan demasiado al optimismo. Paul George llega tocado, Embiid se ha vuelto a operar y por mucho que me gusten Maxey, Edgecombe y compañía, no es una ecuación que genere confianza.
¿Más alternativas? Aquí ya hay que tirar de milagros. Algo así como que Brad Stevens se levante con ganas de incendiar el mercado, rearme el roster en dos meses y, para rematar, aparezca Tatum con una recuperación exprés que nadie esperaba. Suena a locura, pero Stevens ya lo hizo antes: mientras todo el mundo hablaba de Lillard, él se llevó a Jrue Holiday. Así que no lo descartemos.
Kike García:
Muy pocas que me parezcan realmente alternativas. Por un lado, están los jóvenes que llegan para apretar, que serían los Orlando Magic y los Detroit Pistons. Ambos pueden ser equipos que ganen muchos partidos en temporada regular, especialmente los primeros si no tienen lesiones, pero que me parece que están por debajo de los otros dos en eliminatorias. Y luego está Giannis, quien se merece que le mencionemos, aunque sea por puro respeto. No me fío nada de los 76ers por su salud, los Hawks y los Raptors me parecen interesantes pero inofensivos a la hora de la verdad. Y los Celtics creo que se van a contagiar de esa sensación de que esta es una temporada de transición, por mucho que se hable del posible regreso de Tatum.
Alejandro Gaitán:
Seguramente es el año más complicado para predecir quién puede salir tercero en el Este desde la era de LeBron en la conferencia menos fuerte de la NBA. Cavs y Knicks parten con varios quilómetros de distancia con el resto, por mantener el proyecto del año pasado y, además, mejorar sus puntos débiles (defensa exterior y banquillo respectivamente). La lista de candidatos para colarse entre los equipos con factor pista es larga y con muchos asteriscos, pero realmente no veo a nadie capaz de pelearles de tú a tú a esos dos colosos. Si uno de los dos no está en finales del Este, a día de hoy, se debería considerar un fracaso deportivo.
Dicho esto, los ojos están en Atlanta, Orlando o Detroit. El primero tiene un asterisco gigante en la salud de sus jugadores, más allá de haber sido el gran ganador del verano. Orlando también ha hecho un gran movimiento, quizá sobrepagando un poco por Bane pero encontrando en Desmond una solución al problema conocido como no saber meter un triple ni abiertos, una pandemia grave en Florida. Los Pistons creo que, y esto es opinión, son peores que el año pasado. No me gusta nada la llegada de Duncan Robinson, la salida de Malik Beasley es un golpe durísimo, se ha ido Tim Hardaway Jr. y Simone Fontecchio. Son 7.1 triples por noche que faltan.
Y luego están las incógnitas de siempre: Philadelphia y Milwaukee. Si Embiid está sano, los Sixers pueden ser terceros, pero es un condicional enorme. Al contrario, si Giannis no está sano, los Bucks pueden ser terceros por abajo. Me gusta jugar al cara o cruz y pensar que uno tiene que salir bien y el otro muy mal.
Más allá de esos cinco, creo que Bulls y Raptors son mejores de lo que la gente cree, no sé qué hacer con Miami Heat y qué tanto Boston como Indiana van a tener mejor rendimiento de lo que se espera, solo por ser dos organizaciones serias. Dicho esto, y respondiendo a la pregunta que yo mismo he hecho, no hay alternativas reales en el Este. Tienen que ganar 60+ partidos ambas solo por el hecho de tener a Charlotte, Washington y Brooklyn en la conferencia y demostrar en playoffs lo que no han podido en los últimos años (25 para los Knicks exactamente).
3. LeBron James entra en el año 22 con el futuro incierto. ¿Cómo será la temporada del Rey en los Lakers?
Sergio Rabinal:
Si algo ha caracterizado la carrera de LeBron James es su alto conocimiento y conciencia de todo lo que sucede a su alrededor. Sabe perfectamente cuántos puntos lleva en un partido, así como todos los que le rodean. Su memoria es prodigiosa como ha demostrado en múltiples ocasiones. ¿Por qué digo esto? Porque después de promediar menos de 25 puntos la última campaña por primera vez desde su curso rookie, James no va a dejar que la narrativa del tiempo y la vejez le ganen la partida.
Con Doncic al lado desde el inicio y Reaves teniendo que ganarse un buen contrato, creo que vamos a ver al LeBron más ejecutor desde el triple que hayamos visto hasta la fecha. Alguien que tienda a jugar en un rol ofensivo de cuatro y medio para dosificarse y exprimir su visión de juego. Todo ello para dejarse llevar en transición como lleva haciendo desde que yo estaba en 1º de primaria.
Nacho Losilla:
La temporada de LeBron James va a ser más tranquila y dosificada, en el sentido de que si no hay problemas físicos o de lesiones, veremos una versión más dosificada. Una que permita que Luka sea el centro del equipo desde el día uno y, al mismo tiempo, que permita que LeBron llegue a los playoffs fresco (y con Doncic ganando el MVP), pero volverá a hacer otra temporada fantástica. Falta por ver si es o no su última temporada de All-NBA.
Víctor Arrufat:
Más en segundo plano que nunca, aunque con él eso siempre es un decir. Su mera presencia sigue siendo un foco de atención constante, pero por muchos factores —y por fin— parece evidente que, al menos en la pista, no debería ser el protagonista principal. Durante años fue el jugador que más minutos de balón promediaba en los Lakers, pero con Luka Doncic aterrizando en Los Ángeles, eso se acabó. Va a tener un rol nuevo, al que ya se le vio adaptándose en la recta final de la pasada temporada: ser un segundo generador, un ejecutor de precisión quirúrgica y una mano pesada capaz de tumbar a cualquiera con dos o tres golpes bien dados.
Después de todo lo que ha pasado este verano en las oficinas púrpura y oro, está bastante claro que LeBron ya no es el centro del proyecto, y eso —por raro que suene— puede ser incluso positivo. Menos volumen, menos desgaste, menos responsabilidad en temporada regular… y más gasolina para cuando realmente importa. Con Luka y Austin Reaves como escuderos, la gestión de cargas se antoja más sencilla, y hay motivos para pensar que puede llegar con un pico físico alto a la recta final del curso.
En lo numérico, su producción va a caer: lo normal es que, por primera vez en dos décadas, no entre en un All-NBA Team. Pero esa ya no es su guerra. Este proyecto Luka–LeBron no tiene muchas balas; una de ellas es precisamente esta temporada. Que los Lakers vuelvan a dar miedo pasa porque LeBron —41 años, casi nada— llegue entero a los Playoffs. Y para que eso ocurra, Doncic tendrá que asumir mucho más balón que nunca y liberar completamente a LeBron. Ahora bien, todo esto solo servirá si los Lakers consiguen ser, como mínimo, un equipo serio en defensa y en el rebote. Pero bueno, esa ya es otra historia.
Kike García:
Yo supongo que será una temporada tranquila, los Lakers con Luka sano deberían ganar una buena cantidad de partidos, suficiente como para que no haya dramas en el trade deadline. Además, ya hemos visto que las presiones de LeBron ya no tienen efecto ninguno en los Lakers. Creo que jugará esta temporada con ellos y se planteará su futuro como agente libre el verano que viene. En lo deportivo me imagino que estará entre algodones, manteniendo un nivel similar al del año pasado… aunque nunca se puede descartar que esta sea la temporada en la que la edad le gane la partida definitivamente.
Alejandro Gaitán:
Comparto lo que han dicho varios de mis colegas aquí arriba. Es momento, por fin, que LeBron pueda descansar durante la temporada regular. Igual no juega ni 65 partidos, porque los Lakers no deberían necesitarlo para meterse en playoffs. Ahora mismo los tengo en el tercer tier, peleando por ser quinto o sexto de conferencia con los otros dos equipos de la división Pacífica (no, tú no Phoenix). Dicho esto, hablaremos mucho tiempo de su futuro, por supuesto, porque es LeBron James y venden más que hablar de los Thunder al completo o Jokic, Giannis y cualquier otro internacional en franquicias de mercados pequeños.
4. ¿Qué tres jugadores que no sean top-10 de la NBA hay que estar pendientes este año, por el motivo que sea?
Sergio Rabinal:
Amen Thompson: Sus playoffs fueron una demostración de que es todo un talento a punto de explotar y la lesión de Fred VanVleet le va a permitir ocupar el rol en el que mejor encaja. Es un jugador inclasificable, pero que ha de tener la bola en sus manos para crear. Esta mención la extiendo a Alperen Sengun, que va a despuntar a nivel All-NBA.
Dos, Paolo Banchero. Sigo con los Magic para mencionar a su mejor jugador. Banchero ha dejado claro que es una estrella, el futuro del baloncesto estadounidense junto a Edwards y Flagg. No obstante, sigue sin terminar de despuntar a media cancha y en este curso debe elevar sus porcentajes. Si lo logra, estamos ante un 1st Team All-NBA.
Y tres, Cade Cunningham. Al base de los Pistons le hemos visto ser muy bueno en un equipo terrorífico y buenísimo en un conjunto de zona media del Este. La cuestión es que los Pistons siguen sin tener una segunda espada a su nivel y tras la baja de Malik Beasley (presumiblemente), Detroit puede dar un paso atrás en términos generales, que no de resultado. Eso significará que van a necesitar una mejor versión anotadora de Cunningham. ¿Es capaz de elevar más sus porcentajes tras el bote? Tengo dudas.
Nacho Losilla:
Cade Cunningham, Evan Mobley y Victor Wembanyama. Los tres tienen temporadas muy importantes para acabar de asentarse (o no) en la élite de la NBA.
Víctor Arrufat:
El primer nombre que me vino a la cabeza fue Kyrie Irving. La plantilla de los Dallas Mavericks me parece una auténtica delicia: tiene todos los ingredientes que le pediría a un equipo para competir de verdad. Talento diferencial, energía, velocidad, fuerza, rebote, defensa, juventud, experiencia, locura y seriedad a partes iguales. Lo tienen todo. Si pudieran jugar 82 partidos juntos, sin sobresaltos, solo con tiempo y rodaje, serían un problema real para cualquiera.
Pero claro, ese es el problema: no van a poder hacerlo. No van a contar con su big three completo durante buena parte de la temporada, y eso pasa por Kyrie. No solo se trata de esperar su regreso, sino de ver cómo vuelve y cuándo. Forzar a un jugador de 33 años tras una lesión seria es una temeridad, y pretender que rinda al máximo desde el primer día es casi una utopía. Habrá que ver en qué punto están los Mavericks cuando reaparezca: su clasificación, su dinámica, su salud… y si realmente merece la pena arriesgar su físico por unos meses de intensidad.
El segundo nombre es Joel Embiid. Los Sixers siguen siendo un enigma: Edgecombe ilusiona, Maxey se ha convertido en una estrella, y el núcleo joven tiene sentido. Pero a la vez, es imposible ignorar que este equipo convive con dos de los contratos más problemáticos de la liga. Paul George cobrará unos 160 millones en tres temporadas, y Embiid cerca de 250 en las próximas cuatro. Sí, has leído bien. Y con ese nivel de inversión, estás obligado a competir por el anillo.
Por eso, si Embiid no alcanza —o al menos aparenta alcanzar— un nivel All-NBA, el proyecto no se sostiene. Cuando un equipo lleva tres años dando señales de agotamiento, es probable que el ciclo esté realmente agotado. Y lo preocupante es que los Sixers no tienen margen para reconstruir: no puedes traspasar esos contratos sin pagar un peaje de rondas, ni empezar de cero con dos jugadores que sobran y ocupan medio tope salarial. Así que o Embiid vuelve a dominar, o Morey va a tener que enfrentarse a decisiones muy duras. Aún así, confío en él. Creo en su cambio físico, en ese esfuerzo por aligerar peso y cuidar sus articulaciones. Si su cuerpo responde, puede volver a ser diferencial.
El tercer nombre podría salir de ese grupo de eternas incógnitas: Trae Young, Ja Morant, Zion Williamson… jugadores de los que siempre se habla más de rumores que de realidades. Por eso, mi elección final es Jamal Murray. Si hay un equipo que puede poner contra las cuerdas a los Thunder, son los Denver Nuggets. Y si hay una forma de que eso ocurra, es con Murray en modo incandescente. El canadiense es el auténtico termómetro del equipo: cuando está bien, el 2x2 con Jokic es prácticamente indefendible; cuando no lo está, todo el sistema se resiente. Su irregularidad le mantiene fuera del top-10, pero su impacto en los días buenos puede cambiar el rumbo de una temporada. Si aparece el Murray de los grandes momentos, Denver vuelve a ser un aspirante muy real.
Kike García:
Trae Young, por la posibilidad de que sea traspasado después de no haber firmado una extensión de contrato.
Amen Thompson, porque ahora buena parte de las esperanzas de los Houston Rockets pasan por sus manos y su evolución.
Jonathan Kuminga, porque puede ser la llave de los Warriors para tener un contender de verdad, ya sea porque suba su nivel, o porque sirva de relleno de salario en un traspaso por otro buen titular.
Alejandro Gaitán:
Creo que la respuesta más fácil es la de Amen Thompson y más con la lesión de Fred VanVleet, por eso medio voto mío va para él, pero me quedo en su familia. Quiero ver cual es el crecimiento natural de Ausar Thompson en Detroit. Como venía diciendo, creo que los Pistons son peores que el año pasado, pero cualquier posible crecimiento pasa por el desarrollo de sus jóvenes. Más allá de Cade, del que hablan mis compañeros, Ausar es quien más margen tiene de crecer de una temporada a otra. Y estamos todos rendidos a Amen, lógicamente, pero tocará seguir el año de su gemelo.
El segundo es Scottie Barnes. Creo que es mejor de lo que la gente recuerda, un jugador capaz de robarle el ROY a Mobley y Cunningham, y que solo la salud y el nivel de sus compañeros (que ha ido decreciendo año a año) no ha permitido mostrar su mejor versión. Viene de promediar unos números que solo habían logrado antes Larry Bird (dos veces), Garnett, Pippen y LeBron James. El debut de Ingram y la vuelta de Quickley deberían ayudar a ver la mejor versión de Barnes y que retorne la alegría a Canadá.
Por último, Desmond Bane. Será la tercera espada en Orlando, sí, pero también el desatascador ofensivo de un equipo cuyo techo ha sido siempre el ataque. La presión estará en Jamahl Mosley y su capacidad de construir un sistema ofensivo digno, pero entre el precio que se ha pagado por Bane y la disponibilidad en el Este para conseguir el #3, habrá que estar atentos a Desmond.
Votos totales:
2.5 votos — Amen Thompson
2 votos — Cade Cunningham
1 voto — Victor Wembanyama, Ausar Thompson, Scottie Barnes, Paolo Banchero, Kyrie Irving, Joel Embiid, Jamal Murray, Desmond Bane, Trae Young, Jonathan Kuminga, Evan Mobley
5. Caso Kawhi Leonard, salary cap circumvention, Clippers y Aspiration. ¿Habrá sanción? ¿Cuál será el final de la historia?
Sergio Rabinal:
Se anunciará la sanción a las 9:00 hora del Este del 13 de abril de 2026 con un comunicado durísimo en el que realmente no se diga nada, pero que tenga un titular muy severo anunciado por Shams. La realidad de la sanción es que le impondrán la pena económica máxima y una sanción para Ballmer que no afectará en absoluto a su día a día en la franquicia, pero lucirá muy firme. Y lo más importante, se informará de que la NBA iniciará una comisión y un nuevo departamento que vigile de cerca este tipo de prácticas para que no vuelva a suceder.
Nacho Losilla:
No habrá sanción.
Víctor Arrufat:
Sí, espero —y creo— que habrá sanción. Puede que esté condicionado por seguir esta historia como si fuera una serie de Netflix, pero con las pruebas que ha presentado Pablo Torre y las declaraciones bochornosas —porque no tienen otro calificativo— de Lawrence Frank y Kawhi Leonard en el media day, cuesta pensar que no haya material suficiente para una sanción ejemplar a los Clippers. Ahora bien, tampoco soy experto en derecho deportivo, y leyendo a algunos periodistas especializados da la sensación de que los abogados de Steve Ballmer son capaces de darle la vuelta a cualquier situación. Así que uno ya no sabe ni qué pensar.
También es cierto que Ballmer es el propietario perfecto para la NBA, dicho por el propio Adam Silver. Y no le falta razón: es absurdamente rico —seguro que estos días has visto cifras que hacen parecer su fortuna casi cómica—, invierte sin pestañear, paga todo el impuesto de lujo que haga falta y, además, se ha construido uno de los pabellones más espectaculares y modernos de la liga. Y claro, a la NBA no le debe hacer demasiada gracia meterse en líos con alguien así.
Además, anular el contrato de Kawhi sería un terremoto con la asociación de jugadores, y quitarle tres rondas del draft a los Clippers podría suponer condenar a la franquicia a la mediocridad durante un lustro. No olvidemos que estamos hablando de un equipo de Los Ángeles, con un propietario multimillonario y con mucha influencia.
Mi sensación es que esto se va a enfriar durante la temporada, y que no veremos una resolución real hasta pasado el All-Star —casualmente, en el nuevo Intuit Dome— o incluso en verano. Probablemente la cosa termine con una sanción moderada: pérdida de algunas rondas, multa económica para ambas partes y, como mucho, una posible inhabilitación temporal de Ballmer o Frank. Pero en el fondo, tengo la impresión de que la NBA va a meter este caso en el congelador y lo sacará cuando todos estemos mirando a otro lado.
Kike García:
No creo que veamos ningún resultado hasta el verano que viene. Por tener una referencia, cuando la NBA contrató a la misma firma de abogados en noviembre de 2021 para investigar las acusaciones de los empleados de los Phoenix Suns contra Robert Sarver, los resultados de la investigación no se publicaron hasta septiembre de 2022. Yo creo que vamos a estar en un timeline similar, que nos colocaría en el verano de 2026.
Y me parece que, aunque las pruebas son circunstanciales, hay demasiados indicios como para que no les caiga una sanción fuerte, de una millonada (aunque no sea nada para Ballmer), y alguna que otra ronda perdida. No sé si Silver llegará a tanto como para anular el contrato de Kawhi, porque en su mandato ha sido bastante flojito en las sanciones a los jugadores. Pero quién sabe, a lo mejor el próximo verano quitarles el contrato de Kawhi es un favor a los Clippers, dependiendo de cómo se desarrolle su temporada.
Alejandro Gaitán:
Os prometo que me gustaría que hubiera una sanción como la copa de un pino, que tanto Clippers en la figura de Ballmer, como Kawhi Leonard y su tío, vieran el brazo de la justicia en la figura de Adam Silver, pero es que no me lo creo. No veo cómo la NBA puede hacer algo que deje a todos satisfechos teniendo en cuenta las partes implicadas. Si esto fueran los Hornets, ya habrían sido obligados a vender la franquicia, pero hablamos de uno de los hombres más ricos del mundo. Ballmer ha invertido más en los Clippers que cualquier otro dueño en su franquicia, entre pabellón, impuesto de lujo y dinero gastado en el equipo.
Me creo lo de sanción económica, cifra acordada por Ballmer y Silver, jueguen, jueguen, y que les quiten una o dos segundas rondas, pero es que de verdad, de corazón, no creo que la NBA decida ser justa. Que imponga la sanción que merece este caso. No le caerá el peso de la ley porque la ley es Silver y los jefes de Silver con los propietarios, y ninguno más poderoso que Ballmer.
Extra: ¿Vuelve Tatum este año? En caso afirmativo, ¿cuándo?
Sergio Rabinal:
No volverá. Lo siento.
Nacho Losilla:
Si vuelve, lo hará solo para coger ritmo, no en unos Celtics que estén compitiendo.
Víctor Arrufat:
Sí, creo que volverá esta temporada. Entre que los tres meses sin NBA se me han hecho eternos y que lo he visto francamente bien en los vídeos de sus entrenamientos, diría que se lesionó en enero o febrero. Mucho se ha escrito sobre su innovador tratamiento de la lesión, y lo cierto es que físicamente da buenas sensaciones.
Aún así, serán prudentes. Hay una premisa clara: Brad Stevens ha montado un equipo para ahorrar y rearmarse, no para ganar ya. Forzar la vuelta del jugador con el que te tienes que casar y ser feliz los próximos seis años, como mínimo, no parece la mejor idea, y menos en un año de transición como este. El escenario más sencillo sería que los Celtics tuvieran una temporada complicada, con altibajos, y que Tatum pudiera tomarse su tiempo para volver sin prisa, jugar unos partidos, probar sensaciones y prepararse para explotar en la 26/27.
Ahora bien, el Este está tan flojo que tampoco me sorprendería verlo buscando su 100% en este curso. Mi apuesta es que regresa entre enero y febrero de 2026.
Kike García:
Yo voy a pecar de conservador y voy a decir que no. Por mucho que haya seguido un procedimiento innovador, operándose a las pocas horas de la lesión, y con una rehabilitación que parece ir adelantada, a la hora de la verdad me parece que sería ponerle demasiada presión, seguramente con unos Celtics que estarían en zona de Play-In o en zona baja de Playoffs. Yo creo que al final serán precavidos y le darán tiempo para recuperar nivel y volver en la 2026-27.
Alejandro Gaitán:
Sí, en marzo. Hay que confiar en la ciencia de los milagros.